Usan bacterias para mejorar la producción de porotos

18 Agosto 2023
En última instancia, esta investigación abre la puerta a un enfoque más sostenible y natural para preservar la productividad de los cultivos en un contexto de cambio climático y desafíos ambientales.
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Foto: Unsplash

El suelo agrícola global enfrenta una amenaza crítica debido al aumento de la temperatura, la sequía y la salinización. Más de 1 mil millones de hectáreas de tierras en todo el mundo están experimentando daños, una cifra que se espera aumente debido al cambio climático y su impacto en las áreas semiáridas y salinas. Estos fenómenos adversos están causando estragos en el crecimiento y la productividad de los cultivos, incluido el poroto común (Phaseolus vulgaris L.), un componente esencial en la dieta de muchas regiones, especialmente en América Latina.

En Chile, la diversidad de variedades de porotos es rica, destacando tipos como el Tórtola, Coscorrón, Manteca, Bayo, Araucano, Peumo y Sapito.

Aunque en el pasado el cultivo de leguminosas, como los porotos, tuvo su apogeo, con más de 120.000 hectáreas sembradas a principios de los 80, la situación ha cambiado. Actualmente, la producción de porotos se concentra principalmente en la Región del Maule, seguida por Ñuble y Biobío. Sin embargo, además de los desafíos del mercado, el estrés salino ha sido un factor crítico que afecta la producción de porotos, disminuyendo la biomasa total y el rendimiento de las semillas, así como prolongando el tiempo de maduración.

En respuesta a este desafío, un grupo de investigadores ha emprendido un estudio para caracterizar la interacción entre las bacterias promotoras del crecimiento de las plantas (PGPB) y su papel en la mitigación del estrés por salinidad en el poroto común. Las bacterias PGPB, como Bacillus proteolyticus Cyn1 y Bacillus safensis Cyn2, han demostrado resultados positivos en la producción de ACC desaminasa, solubilización de fosfato y secreción de la enzima catalasa. Estos hallazgos indican que las bacterias no solo responden de manera positiva a la salinidad, sino también a cambios en la temperatura y la disponibilidad de agua.

Este estudio pionero sugiere que la interacción entre bacterias rizosféricas y el poroto común podría ser una estrategia novedosa para combatir el estrés por salinidad en este cultivo. Además, podría ofrecer una alternativa sostenible a los fertilizantes químicos, que tienen consecuencias a largo plazo para el medio ambiente y la producción agrícola. La Dra. Aparna Banerjee, investigadora del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Universidad Autónoma de Chile, espera que estos hallazgos contribuyan a mejorar la producción de porotos nativos chilenos en el futuro cercano, a través de un bioestimulante ecológico, económico y eficiente.