Los Patos del Llanquihue y el peligro de las especies exóticas

07 Julio 2020

Puede parecer un tema superficial en medio de la pandemia, pero el impacto de las especies exóticas en la fauna nativa de nuestros frágiles ecosistemas es un problema mayor.

Raffaele di Biase >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Hace ya algunos meses que un grupo de patos que se desplaza en el Lago Llanquihue, en la bahía de Puerto Varas, se ha convertido en el retrato fotográfico favorito de cientos de visitantes y residentes que se asombran por lo cerca que pueden llegar a estar de estas aves acuáticas “silvestres”. Las fotos vuelan por las RRSS acompañadas de comentarios sobre cómo la fauna regresa por la ausencia del hombre, sobre lo importante de cuidar a los animalitos, etcétera. 

La gente no tiene porqué saber que esos patos son en realidad aves escapadas de alguna granja, por lo tanto especies exóticas y potencialmente dañinas para las especies nativas del lago Llanquihue ya golpeadas por años de explotación salmonera, contaminación e introducción de especies invasoras y la presión antrópica que seguirá creciendo en los próximos años. Las especies en cuestión son pato de collar (Anas platyrhynchos) y pato muscovy (Cairina moschata). La presencia de ambas especies desplaza las nativas, hecho que ya se puede documentar en relación con el desplazamiento de pato jergón grande (Anas geórgica) desde la bahía. Además hay antecedentes documentados de hibridación entre el pato collar y pato jergón.  

Parece un tema superficial en medio de esta pandemia, pero el impacto de las especies exóticas en la fauna nativa de nuestros frágiles ecosistemas es un problema mayor. Basta sólo pensar en la problemática de perros y gatos, responsables de ataques y transmisión de enfermedades a mamíferos nativos los primeros, y la predación sobre aves nativas los segundos.  

Urgen medidas rápidas para contener esta verdadera crisis provocada por una cultura muy débil en cuanto a tenencia responsable, leyes laxas que no son acompañadas por fiscalización eficaz o esfuerzos importantes sobre educación medioambiental. El ejército invasor en el sur de Chile se completa con el temido visón, el castor que está destruyendo los bosques patagónicos, el jabalí, los salmónidos, entre otros. Problemas ocasionados por el ser humano y que sólo el ser humano puede resolver a través de reglamentos que permitan el control biológicos de estas especies, incluyendo perros y gatos “asilvestrados”, duras sanciones a quienes sean responsables de abandono o insuficiente control de mascotas y animales de corral y cuotas que limiten la tenencia de mascotas por familia y regulen la venta de éstas. 

Todas estas medidas deben ser acompañadas por un esfuerzo importante de educación a nuestras comunidades no sólo sobre el impacto de la fauna exótica en los ecosistemas, sino también sobre el conocimiento y puesta en valor de nuestra fauna nativa y la responsabilidad que conlleva la tenencia de mascotas.  Mientras tanto seguiremos admirando y alimentando con migas de pan al pato collar de Norteamérica en nuestro lago Llanquihue hasta que no sea posible trasladarlas a un espacio controlado fuera del lago al que no pertenecen.