La verdad de la presunta verdad de Marinovic

El gran error es que alguien crea que sus percepciones o evaluaciones que realiza en torno a cualquier situación o fenómeno, constituyen una verdad. Pues son percepciones, con o sin fundamento. Verdad es que la pared es blanca, porque consensuamos –como cultura- que ese color es blanco. Y es diferente al púrpura, al rojo, o al azul.

Mentira es decir que la pared es verde, cuando es blanca. Mentira es que estuve en un lugar cuando realmente estuve en otro. Es decir, la verdad o la mentira se pueden probar, posee evidencia. Es verdadero o falso. O como nos gusta decir: Es objetivo.

Muy distintos son las percepciones y los juicios que hacemos. Que la convención es “culiada”, perdonando la vulgaridad del ejemplo y en un sentido literal, sería decir que todos quienes componen la convención han “culiado” o en un mejor lenguaje, "han hecho el amor". Sin embargo, necesitaríamos alguna clase de evidencia para sostener esa afirmación y mucho más tiempo la Convención no tiene para cumplir su mandato.

Las percepciones son juicios que alguien hace y, ciertamente, dan más cuenta del hablante que del fenómeno. Es evidente que Marinovic tiene una percepción altamente negativa de la Convención. Seguramente, alberga en sus juicios de insatisfacción fundamentos que la hacen creer lo que cree, producto de sus valores, historias y experiencias. Y es válido, como es válido también que alguien encuentre maravillosa y lo mejor que la ha pasado al país esta instancia constituyente.

Esta arena de expresión, es siempre muy distinta a la verdad o mentira.

Ahora, vale la pena ofrecer algunas sencillas reflexiones breves sobre los dichos de Teresa:

1. Es un gran peligro para cualquier sociedad del mundo confundir verdad con los juicios. O mejor dicho, vivir como verdad los juicios y percepciones. Ese delicado acto provoca los más grandes desencuentros en cualquier comunidad, inclusive la guerra.
2. En cualquier espacio altamente complejo, llamado a generar la mejor obra al servicio del bien común del país, como es el caso de la Convención, cualquier acto de denigración, cancelación y ofensa, sea del partido que sea, de la sensibilidad política que sea, de la étnia que sea, configura una muralla China para construir diálogo y acuerdos, que es el llamado que tiene el estamento. Es la peor pócima posible para avanzar sensata y generosamente con el futuro de Chile.
3. Las formas importan. Como dicen en el fútbol, los niños están mirando a sus ídolos y referentes. Aprenden de ellos. Quizás los convencionales distan de ser ídolos; o tal vez sí, dependerá de quién perciba aquello. Pero apostaría que cualquier salida de madre de Teresa, "La Abuela" o quién sea y que ostenta un espacio de influencia, irradia y genera efectos en la sociedad.

Termino esto rogándoles a todas y todos los "hacedores del amor" (para no ocupar el glosario de Teresa) que la estatura, la escucha y, por sobre todo, el buen diálogo al servicio de nuestro amado país, es la encomienda por la cual han sido elegidos. Les pedimos que estén a la altura de tan gran desafío. 

Imagen: https://es.wikipedia.org/wiki/Teresa_Marinovic