Aprende a manejarlas: Los cinco tipos de personas más insoportables y peligrosas

25 Mayo 2020

 “Algunas personas causan felicidad a donde van; otras, en cambio, cuando se van”. (Oscar Wilde, escritor y dramaturgo irlandés).

Franco Lotito C. >
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Un estudio realizado hace algunos años por el Dr. Paul Hauck, demostró la existencia de cinco tipos de “personas insoportables”, es decir, personas difíciles, enredosas y complicadas, quienes tienden a proyectar –y descargar– sus propias trancas, frustraciones y problemas internos sobre los demás, al mismo tiempo que intentan imponer sus ideas y deseos, utilizando peligrosas técnicas de manipulación y dominación en la gente de su entorno, ya sea que se trate del ámbito familiar, laboral o social.

En un libro titulado “Cómo lidiar con personas que te vuelven loco” (How to Cope with People who Drive you Crazy, en inglés) el Dr. Hauck plasmó en forma muy clara la imagen y descripción de estos sujetos, quienes pueden hacer muy desagradable y miserable la vida de los demás, por cuanto, son sujetos “difíciles de carácter”, con quienes hay que tratar de convivir –y en ciertos casos, sobrevivir–, ya sea en la familia, en la oficina, e incluso, en la relación de pareja. Muchos de estos individuos arrastran problemas de carácter psicológico, o bien, carecen de las herramientas y/o habilidades sociales para efectos de interactuar de buena manera con la gente de su entorno.

Es por ello, que una de las claves para poder lidiar de manera exitosa con algunos de estos individuos, es no olvidar jamás que la raíz del problema está en ellos y no en uno, con la finalidad de poder hacerles frente. Analicemos cada uno de estos individuos:

  1. Los sujetos fracasados: son personas pesimistas, quejumbrosas, negativas y que todo lo ven negro, siendo incapaces de lograr el éxito personal. Lo peor de todo, es que tampoco quieren permitir el éxito de otros, haciendo sentir que los demás “son personas equivocadamente idealistas”, e incluso, que todos los “esfuerzos que estas personas hagan, serán inútiles”. Sin embargo, son ellos y ellas, quienes ven el mundo de manera tormentosa, negra y espinuda, donde todo lo que hacen resulta fallido, generando agotamiento y rechazo por parte de los demás. En estos sujetos, se produce el efecto llamado “profecía autocumplida”, es decir, una suerte de predicción que, una vez que se ha hecho, es en sí misma la causa de que la predicción se cumpla y se haga realidad. Con este tipo de sujetos, la única estrategia válida, es no hacerles caso, dar media vuelta y dejar hablándolos solos, con el fin de no contagiarse de su constante pesimismo, derrotismo y negatividad.
  2. Los sujetos agresivos o matones (bullies, en inglés): son egocéntricos, egoístas e incapaces de practicar la empatía, es decir, la capacidad para comprender e interpretar en forma correcta las emociones y sentimientos de los demás. En lugar de eso, estos sujetos tienden a humillar y tratar de manera indigna y poco deferente a las personas.  Dado el hecho, de que muchas cosas no andan muy bien en sus vidas, estos sujetos –de por sí, agresivos y matones– intentan alterar la vida de los demás, en función de lo cual, mucha gente no se atreve a pedirles que cambien su conducta y actitud por temor a las represalias y respuestas destempladas. Sin embargo, si el sujeto agresivo y matón es una persona muy cercana, la mejor fórmula, es darles una respuesta firme, aún cuando pacífica y respetuosa. Si después de eso, es incapaz de advertir y reconocer sus errores, lo mejor –y lo recomendable– es mantenerse alejado de este tipo de personas.
  3. Los sujetos mimados: tienden a culpar a otros por lo que les pasa a ellos, y se victimizan con el objetivo de obtener aquello que quieren. Los expertos señalan, que en el caso de estos sujetos se trata de una especie de “violencia solapada”, especialmente, cuando ello ocurre en la relación de pareja. Estos individuos causan sentimientos encontrados en la gente, dado el hecho que las personas ceden ante ellos por lástima y pena, pero, al final de cuentas, dichas personas terminan enojadas consigo mismas, al sentir que están siendo manipuladas. Para  enfrentar a este tipo de sujetos, existe una sola fórmula, a saber: junto con decirles que uno los aprecia y los estima, nunca hay que ceder ante sus presiones y manipulaciones.
  4. Los sujetos controladores: son posesivos y sofocantes con la gente de su entorno cercano, dándose el caso, de que aquellas personas que son más sumisas y débiles de carácter buscan a estos sujetos controladores para que les digan qué hacer y cómo comportarse. Una estrategia para enfrentar a estos individuos, es escucharlos y, a continuación, ser firmes, no dejarse amedrentar y exigirles que también hagan cosas en favor de uno, ya que por esta vía, se les hará saber que con su actitud controladora y posesiva no intimidan a nadie.
  5. Los sujetos perfeccionistas: estos sujetos están asociados a rasgos de tipo obsesivos. Si bien, en términos generales, son personas inteligentes y capaces, presentan una baja tolerancia a la frustración, ya que suelen ser rígidos, “cuadrados” y poco flexibles, y con esa misma vara –o estándar– miden y exigen a los demás, generando inseguridad y bloqueos emocionales en la gente. Sin embargo, dado que siempre piden más y más, y nunca están satisfechos, quedan  entrampados en una suerte de pantano, del cual les resulta difícil salir. Lo recomendable –para efectos de no perder la autoestima frente a sus constantes  críticas–, es no caer en el juego de esforzarse más allá de lo prudente y necesario, en el –a veces, fútil– objetivo de ser aceptados y valorados por ellos.